—Pregunta: Ha sido presidente del Colegio y de la Asociación de Graduados e Ingenieros Técnicos de Telecomunicación (AEGITT). Igualmente sigue siendo vocal de esta corporación y tesorero de ENIGNEERS EUROPE. ¿Díganos cuáles son los objetivos prioritarios en los que trabaja su corporación?

—Respuesta: Uno de los principales objetivos es la defensa y apoyo a las telecomunicaciones como actividad, y la defensa de los ingenieros de esta especialidad ante la sociedad, sobre todo ante los cambios tan importantes que hemos visto en la última década, sin dejar de lado la aparición del COVID-19 y la adaptación de los sectores a una economía cada vez más abierta y competitiva. Además, los nuevos graduados precisan de formación, acompañamiento y asesoramiento en el análisis de las oportunidades laborales, las cuales cada vez son más exigentes. La llegada de las tecnologías disruptivas ha propiciado un cambio en la estrategia de las corporaciones, que demanda una mayor especialización en telecomunicaciones, programación e instalación. Este reto es una de las claves a la hora de buscar soluciones y presentar un Plan de Acción que propicie un diálogo continuo con las empresas, instituciones y entidades, con el objetivo de defender los intereses de las telecomunicaciones a corto, medio y largo plazo.

—P: Con la crisis provocada por el Covid-19 el sector de las telecomunicaciones ha sido uno de los motores para transformar los modelos de trabajo y poder implantar el teletrabajo en muchos sectores. ¿Qué iniciativas le han parecido más relevantes?

—R: Estamos ante un escenario cada vez más dependiente del uso y envío de datos. La virtualización de los procesos, la integración de los sistemas en Cloud y generación de la mayoría de las funciones desde cualquier lugar, ha dejado valores esenciales en nuestra forma de trabajar. Deslocalización, flexibilidad y modernidad de las infraestructuras son un claro ejemplo para los distintos departamentos. La garantía del suministro, calidad y la seguridad son iniciativas de obligado cumplimiento para asegurar las comunicaciones en las empresas e instituciones. Las compañías de telecomunicaciones están trabajando de una manera seria y constante, además de ofrecer soluciones de mercado que logran ser atractivas en la medición de datos y optimización de procesos. La pandemia puso a prueba al sector y éste respondió con creces, así como ofreció soluciones de negocio adaptadas a cualquier tamaño de la estructura organizativa.

NUEVOS RETOS TECNOLÓGICOS

—P: Y ¿cuáles son los nuevos retos tecnológicos a los que se enfrenta su profesión?

—R: Programación, diseño, adaptación a los habilitadores digitales, la adecuación a nuevos sistemas de información y una manera de dirigir que ha logrado introducir habilidades digitales centradas en el desarrollo de ecosistemas más abiertos, ha propiciado que los graduados estén centrados en el aprendizaje constante e innovador de una sociedad que avanza a corto plazo, sobre todo por la mejora de las tecnologías y su adaptación. Además, no sólo es saber cómo funcionan las soluciones desde un punto de vista técnico, sino que además existe una obligación de conocer la ley, aplicación de la normativa y tener capacidad comercial para consolidar los productos y servicios que se pueden ofrecer en el sector.

—P: ¿Cree que la profesión está lo suficientemente valorada en la sociedad?

—R: A lo largo de la historia, el profesional dedicado a las telecomunicaciones, ha evolucionado de manera significativa y continua con una percepción notable por parte de la sociedad, adecuándose a una nueva forma de trabajar, dirigir y consolidar los servicios de las operadoras. En este aspecto, su importancia en determinados departamentos es clave y está integrado en la toma de decisiones como profesional de reconocido prestigio.

SALIDAS PROFESIONALES

—P: Las matriculaciones en carreras técnicas han descendido en los últimos años. No obstante, las telecomunicaciones siempre han tenido atractivo para los jóvenes. ¿Qué salidas profesionales son las más punteras en este momento?

—Respuestas: Las salidas profesionales más significativas son las siguientes: gestión de proyectos, desarrollo de sistemas informáticos, robótica, tecnologías de la información y la comunicación, seguridad informática, consultoría, formación y asesoramiento. Además, en los últimos años, hemos detectado un interés por el liderazgo de proyectos relacionados con el mundo del emprendimiento, donde la tecnología es la esencia del modelo de negocio.

—P: El INGITE forma parte de la “Plataforma Grupo A” para luchar contra la discriminación y el techo de cristal con el que se encuentran los graduados en Ingeniería al no poder optar a muchos puestos del Grupo A1. ¿Qué opinión tiene al respecto?

—R: Es evidente que buscamos opciones y soluciones en defensa de los ingenieros técnicos, con el objetivo de mejorar su propuesta de valor como profesionales altamente cualificados, ya que entendemos que tienen capacidades, habilidades y están a la altura a la hora de asumir cualquier reto en un régimen de igualdad. Nuestro deseo es intentar buscar la fórmula que consolide a los ingenieros y graduados técnicos como un colectivo preparado, adaptado y que pueda competir de una manera reconocida en la iniciativa pública y privada.

EL TÍTULO EUR ING

—P: Usted es miembro del Comité Nacional Español de Engineers Europe (la antigua FEANI) ¿en Europa se conoce de este problema?

—R: Estamos logrando pasos significativos, pero tenemos que seguir trabajando en la línea establecida, que es la defensa de los intereses de los ingenieros y graduados técnicos, por medio del compromiso y la adecuación de los pasos establecidos en los propósitos de la entidad. En este aspecto, cabe recordar los siguientes puntos: facilitar la movilidad de los ingenieros de dentro y fuera del ámbito de Engineers Europe y establecer un marco de reconocimiento mutuo de las cualificaciones con el fin de que los ingenieros que deseen ejercer su profesión fuera de su país puedan llevar con ellos un reconocimiento que les dé capacidad para ello; dar datos suficientes acerca de la formación del ingeniero para beneficiar y facilitar su contratación; fomentar una actualización continua de la calidad de los ingenieros, realizando con ello un seguimiento y una revisión de las normas; y proporcionar una fuente de información sobre la gran variedad de sistemas de formación en los países miembros.

—P: ¿Recomendaría a los ingenieros españoles que solicitasen el Certificado de EURING ¿Qué beneficios otorga?

—R: El Certificado de EURING es un documento otorgado por Engineers Europe (FEANI), diseñado como una garantía de competencia para los profesionales de la ingeniería que, además, contribuye a facilitar la movilidad, tanto dentro de la zona geográfica que conforman los países miembros de esta Federación, como fuera de ella en un elevado número de terceros países en donde dicho título es altamente reconocido. Asimismo, permite establecer un marco de reconocimiento mutuo que, teniendo en consideración los diferentes niveles formativos y las cualificaciones profesionales, facilite su libre circulación. El actual sistema de acreditación como ingeniero europeo está en vigor desde el año 1992 y pretendía facilitar la libre circulación de los profesionales dentro de los países miembros. Para llevarlo a cabo se establecieron una serie de normas y de controles en cada uno de los países y en la sede central de Bruselas. El Certificado de EURING supone una garantía de competencia para los ingenieros y una fuente de información para los empresarios.

—P:  Desde el INGITE, entidad a la que pertenece el Consejo, se da mucha importancia a la certificación de los profesionales, ¿qué opinión le merece?

—R: La certificación de profesionales es necesaria con el objetivo de asegurar y consolidar la calidad, pero también un reconocimiento sobre las habilidades y capacidades técnicas de una determinada persona que desea presentarse en un proceso de selección.

—P: ¿Qué reflexión final añadiría?

—R: La gran propuesta de valor de los próximos años en el sector de la tecnología permitirá un crecimiento en la prevención y mejora de la calidad de vida, siempre y cuando nos adelantemos y sepamos configurar la infraestructura necesaria para proteger los sistemas de información. Si hablamos de sanidad y salud, también cabe destacar otra serie de competencias, como es la propia educación o defensa, sin dejar de lado la adaptación del 5G y saber hacer llegar a las pequeñas y medianas empresas su propia adecuación a la transformación digital.